por jmfr
Tú dices ¡puag!, por ahí no paso, a grandes pasos te desvías,
son todos malincuentes ¿dónde está la policía?
Todo el día en la calle con los porros y las birras,
y los perros cagando en las aceras sin medida.
Tienes que hacer gestiones a este lado de la vía,
en un barrio de obreros que se llama Las Delicias,
un barrio envejecido y de parados ¡qué ironía!
la desesperación okupa las casas vacías.
Esto no tiene arreglo a ver si de una vez lo tiran,
gitanos e inmigrantes se aprovechan en familia
de ayudas y de rentas –es verdad, no soy racista–
mientras yo reventando por un sueldo que me humilla…
Tú dices ¡puag!, tú dices ¡puag!, túdices ¡puaaaaag!…
Yo digo SÍ, por aquí paso, aquí me quedo, esta es mi vida,
el Parque de la Paz, las Viudas y la calle Hornija,
Caamaño, calle Aaiún, Arca Real, Caballería,
aquí crecí, aprendí, soñé, forjé mi autonomía.
Barrio intercultural al que desprecia la política,
la gentrificación nos amenaza día a día,
política-ficción puramente asistencialista.
¡Despierta ya, joder, y no te creas sus mentiras!
La unión hace la fuerza y la ilusión pare la vida,
aquí vivimos todas y a todas nos necesitan,
no te van a dar na’ solo por tu cara bonita,
mira a tu alrededor, toma conciencia y participa.
El barrio está en tus manos, vívelo con fantasía,
compartamos ideas, caminemos la utopía
con los pies en la tierra, el corazón en armonía
¡con tantos «deliciosos» que construimos Las Delicias!
¡con tantas «deliciosas» que construimos Las Delicias!