16 de febrero de 2021
Glosa a los versos de San Juan de la Cruz – Millán Santos
“Mil gracias derramando pasó por esos sotos con presura y yéndolos mirando con sola su figura vertidos los dejó de su hermosura”
Era de Galilea, pasó sin hacer ruido y todavía la huella de sus pies está caliente y su espíritu es brisa que acaricia. Vive en quien busca a oscuras Senderos de verdad, y en quien reparte transparencias de luz y flecos de ternura. Diseñó su Proyecto y se marchó sin verle terminado. Se marchó y se quedó a la vez. Dicen que por la tarde se le encuentra en las puestas de sol, y a la mañana en los claros reflejos de la aurora. También dicen que juega con los niños que juegan y sonríen y está impreso su rostro en los rostros dolientes de quien llora, y que acompaña siempre a los que hacen esfuerzos por estar reunidos en su nombre. Hoy le he visto pasar a nuestro lado de puntillas también, vestido de artesano que maneja la gubia y el escoplo, dando expresión a la madera y a la piedra y poniendo esplendor y brillo en los ojos que admiran la belleza. Era de Galilea y el eco de su voz, sus gestos, su presencia (1) traspasaron el arte, traspasaron la historia. Y ya es de aquí, de allí, de ayer, de hoy, de siempre. El surco está trazado. La utopía y los sueños son posibles.
(1) En una versión escrita a ordenador, que ya corrige algunas tildes y otras faltas ortográficas, aquí hay una coma. No la pongo porque es el único lugar en el que aparece y, además, porque tiene firma de 2003.