16 de febrero de 2021
El capacho de estrechas – Millán Santos
Dedicado a una mujer y a muchas mujeres que aprendieron a leer y escribir en los Colec- tivos de educación de adultos de Valladolid. No sabía leer pero sus ojos, claros, transparentes eran como ventanas abiertas a la luz. No sabía escribir, pero sus dedos ligeros, saltarines trazaban rasgos de dolores en un espacio imaginario. Así años y años, un tiempo casi eterno. Una tarde por fin, no sin rubor, rompió valiente la barrera del miedo un miedo fantasmal, y cambió todo. En la mesa-pupitre cada día zurcía ansiosa con otras compañeras trocitos de palabra. La tiza blanca grabó en el surco de su mente una lluvia de letras, y en la pizarra quedó transcrito un CAPACHO DE ESTRELLAS. Alguien leyó: Justicia, paz, solidaridad, amigos... La tarde era serena y los rayos del sol entre cristales lo iluminaron todo. En la calle a lo lejos unos niños jugaban y decían palabras dulces con ribetes de aprendizaje trasnochado. La N con la A: NA La V con la I: VI La D con la A y la D: DAD Hoy es NAVIDAD. Este hecho, doy fe de ello, sucedió una tarde cualquiera, en un barrio cualquiera.